Todo empezó con Mimu, una gata de la protectora APAG (Associació Protectora d’Animals de Granollers). Tenía cáncer de mama y FIV. La hemos acogido el día 25 de septiembre de 2022 para que en sus últimas semanas de vida pueda tener un hogar verdadero con mucho amor y muchos mimos. No queríamos que estuviera solita en una jaula. Teníamos esperanza de poder pasar con ella más tiempo pero al final la vida es caprichosa y nos dio solamente 4 semanas a su lado pero suficientes para enamorarse de ella y que nos robara el corazón y sobre todo en tan poco tiempo creamos un vínculo y confianza mútua que fue algo extraordinario. La primera noche cuando se atrevió y se puso a dormir a nuestro lado fue el mejor regalo que nos pudo dar. A partir de ese día nos mostraba su amor y agradecimiento. Era una gata divertida, cariñosa y muy mimosa. Le encantaba cazar  bichos y mostrar su carácter mandando a todos los miembros de la casa. Mimu era la reina y así la tratamos. Pero su estado empezó a empeorar. Su tórax tuvo que ser vaciado de líquido 2 veces más en una semana para que pueda respirar mejor. Empezaba a mostrar los primeros síntomas del dolor. Estaba llegando el momento para despedirse de ella y dejarla descansar. Estuvimos con ella hasta su último respiro. No estaba sola. Ha pasado por el arcoíris en nuestras manos y ahora tampoco está solita. Está en el cielo con otros gatitos donde puede correr, dormir, jugar y cazar a las moscas sin ningún dolor. Todavía escuchamos sus patitas y todo el silencio que dejaba en la casa, encontramos restos de ella entre nuestras cosas y la echamos mucho de menos. Pero sabemos que ya está tranquila y aunque no está aquí, se queda para siempre en nuestros corazones.

Vuela alto pequeñita.